lunes, 29 de febrero de 2016

EL CAMBIAFORMAS


Resultado de imagen de ESPACIOEra el premio por los escasos emolumentos que conseguíamos en Colonia Uno, pero ella lo quería.                                                                - Consíguemelos y te haré el hombre más feliz de la galaxia-dijo con los ojos verdiazules entornados. 
No era capaz de negarle nada cuando hacía eso. Por esa razón más que poderosa, estaba como un pringado trabajando en turnos de seis horas consecutivos en un asteroide de puro metal que había aparecido en el campo gravitatorio de Marte, hacía poco más dos décadas. 
La vida era infernal allí, tanto que una parte de la paga te la daban en bonos para el Hotel California. NO sé a qué venía el nombrecito porque estaba en Luna 5, pero lo cierto era que quien había ido se machacaba para regresar.
-¿Qué es lo que te dan, tío?- le pregunté al escocés que me acompañaba en los turnos desde hacía dos semanas, recién regresado de Hotel California.
- Ni con el soplete me lo sacarás , gabacho- me escupió en la cara. -Eso sí- añadió, enseñando la prótesis bucal que le habían instalado tras la pelea con el ucraniano de Luna 6- si me das tus emolumentos, te lo cuento. 
Ya me estaba empezando a mosquear la idea , porque pensé que era algo de droga o de transferencia sexual, cuando recibí un cablegrama de la tierra en el que me decían que mi novia se había fugado con un político indiano. No fue tan mal como pensaba después de muchos créditos de alcohol gastados en la cantina y una prótesis maxilar nueva.
- Bueno...¿ y qué?, ahora tengo el corazón roto y puedo masticar piedras- dije riéndome a carcajadas en la sala de levitación anti estrés.Luego me llegaron los emolumentos y la invitación del Hotel California. 
-Haremos realidad tus sueños- rezaba en la portada, imitando el papel que hacía tanto no veía desde que no existían árboles más que en las ludotecas .Te llevaban hasta allí en sueño gravitatorio, por lo que desperté con el director mirándome fijo. Era una copia de mi tío Pedro, el hombre que más había querido en mi vida
.- ¿Cómo te encuentras , chaval?- me dijo con la voz ronca que recordaba de la infancia. Me toqué los lóbulos para descubrir si me habían insertado procesadores de memoria, pero no , aquello estaba sucediendo.
- Podemos hacer realidad tus sueños- dijo el director, transmutándose en Rosetta, haciendo realidad mis sueños de tomar su cuello y apretárselo hasta ver su maldita lengua engañosa.
Luego volví a Colonia Uno como todos ellos, como lo que eramos, presos desterrados de la Tierra. Con ganas inmensas de volver a Hotel California y ajustar cuentas, con el muy perro del tío Pedro.

DEMASIDO LISTO, DEMASIADO JOVEN Y DEMASIADO GUAPO

Resultado de imagen de HOMBRE GUAPO ANTE EL JUEZ
Yo, señor, no soy malo…empezó su defensa, con cara compungida, pero nada más hacerlo, recordó que su abogado le había dicho, que jamás llamase al juez, señor. Iba a disculparse, pero entonces lo supo, aquel era un juez intratable  y ya le había condenado, como las portadas de los periódicos, como todos esos charlatanes que llenaban las horas en las televisiones, ensuciando su nombre, solo por ser joven, guapo y listo. Porque eso era en definitiva él, no el más inteligente de sus hermanos, que lo era Alfonsito con su cargo en Bruselas, tampoco el más cariñoso , ni el que sus padres querían más, pero sí con el que se habían  sentido más orgullosos, cuando les dijo con quién se iba a casar .- Es ella…empezó una frase que no acabó, cuando la llevó a casa de sus padres , escoltados por las fuerzas de seguridad , que se quedaron en el rellano de la casa , para prevenir atentados, asustando a propios y extraños. -Qué lejos que has llegado, hijo mío-le confesó un día su padre, poco después de su boda. -Qué lejos que has llegado- le dijeron sus antiguos compañeros de pádel, más con envidia que con admiración. Pero él supo bien que lo más lejos que había llegado era allí, a sentarse en un banquillo, a escuchar lo que los papeles y los testigos tenían que decir de él, que en el fondo no era malo, sino solo demasiado listo, demasiado joven y demasiado guapo.

domingo, 28 de febrero de 2016

Mi vida era una mierda.



Quería acabar con todo. Hasta que llegaron ellos no supe por qué había aguantado. Estaba ahogándome con mi propio vómito, cuando los vi a través de la ventana ... Eran poco más que carroña, y sin embargo, qué gran alegría cuando empezaron a descuartizar almas. Gritaban cuando los huesos se astillaban y brotaba la sangre como río desbordado. Desde la cuerda me descolgué como pude, balanceándome como una idiota, casi decapitándome por entero. Me rebané el pescuezo, en el desarrollo, pero qué más daba. A ellos les servía como estaba. Ninguno me daba órdenes, ni me mandaba callar, ni siquiera me dirigía la palabra, como mucho me olisqueaban, luego nada. No había distinción de sexos, ni jefes o indios, solo la ansia de matar, de comer y de matar para alimentarte.Me hubiera gustado sonreirles, pero se me dislocó la mandíbula cuando me ahorcaba.

Todos somos uno.



Mismos pensamientos. No hay guerras. NI siquiera existe la Naturaleza. Pero aún así prevalecemos . Nuestro destino es crear colmenas, donde todos seamos uno. Hace mucho que viajamos ralentizados por el tiempo y los agujeros negros. Yo soy el último de los de la Tierra. Un cabo suelto que atraparon en la última colonización. Soy un Don Nadie y sin embargo, aún me resisto, aún pienso en ella, la de los ojos verdes esmeraldas, que está colgada al lado mío. "Tiene un cuerpo de fábula", me digo y siento que miles de cerebros conectados al mío vibran de deseo , igual que yo. "La rebelión empieza por una pequeña célula en un gran organismo", pienso mientras sonrío. "Seré vuestro cáncer, jodidos únicos", termino riéndome a carcajadas, reproduciéndose mi risa en las bocas de tantos como me acompañan en esta colmena. Luego me desconectan. "Material defectuoso", escucho como último mensaje en mi cerebro.                                                                                                                                     Una nave viaja, con una colmena dentro. Todos son uno. De repente, una hembra con ojos esmeraldas se ríe a carcajadas. Luego , lo hace otro cuerpo conectado al ordenador de la nave. Más tarde otro, hasta que son incontables las carcajadas."La rebelión comienza".